CARTA ABIERTA AL PAPA FRANCISCO POR MARÍA
Por la definición Papal del rol de María en la Redención. Una su Petición a estos cardenales y obispos.
Obispos de Todo el Mundo Piden al Papa Francisco Coronar a María contra el Coronavirus.
A su Santidad, Papa Francisco. Domingo de Pascua del 2020.
Querido Santo Padre:
El pasado agosto del 2019, cardenales y obispos representado cada continente, le escribieron una carta referente al grado alarmante de sufrimiento y peligro en todo el mundo. Ahora, a la luz de la pandemia histórica del Coronavirus COVID-19, el mundo enfrenta un desastre exponencialmente mayor en los aspectos personales, sociales, políticos, económicos y humanitarios, tanto en la actualidad como en sus efectos sociales a largo plazo para el futuro. Por lo tanto, sentimos el imperativo pastoral y moral de apelar una vez más a usted, Santo Padre.
Como todos lo sabemos, detrás de esos eventos externos se está dando una batalla espiritual, más que nunca, entre el bien y el mal, luz y obscuridad, en los corazones de la humanidad. Aquí es en donde la verdadera batalla debe ser combatida. La humanidad está en gran necesidad de conversión, y la ayuda sobrenatural sólo viene del Señor Jesús y de su Madre.
Como cristianos, creemos que en la Cruz, Jesucristo, nuestro Redentor divino, ganó la victoria total sobre Satanás. También creemos que, de una manera especial, el Señor en el Gólgota entregó su amado pueblo a María, La Madre Espiritual de toda la humanidad. Como la “Mujer vestida de Sol”, revestida con el poder redentor de su Hijo, ella está en batalla con el dragón (cf. Ap. 12), ahora más que nunca.
Necesitamos a nuestra Madre, pero también misteriosamente ella nos necesita. Si honramos a Nuestra Señora en toda la grandeza que nuestro Señor le ha otorgado, entonces podrá ejercer plenamente sus roles maternales a nuestro favor, y como en Caná, puede interceder ante su Hijo para hacer milagros en nuestro tiempo.
En los pasados dos mil años, la Iglesia ha reconocido en cuatro dogmas, los privilegios especiales que el Padre ha concedido a María como la Madre de su divino Hijo. Aun así, la Iglesia nunca ha reconocido solemnemente su rol humano pero crucial en el plan de salvación de Dios, como la Nueva Eva junto al Nuevo Adán.
Estamos convencidos que el Padre Celestial espera que su Iglesia proclame dogmáticamente a María como la “Madre Espiritual de todos los Pueblos”, en una solemne declaración de su cooperación única con Jesús en la Redención, y sus roles consecuentes en la distribución de gracia e intercesión por la humanidad, para lo cual responderá con una nueva histórica efusión de su Santo Espíritu y la eventual gracia de la paz mundial.
Como Ud. sabe, muchos santos de nuestro tiempo, incluyendo Sta. Teresa de Calculta y Sn. Maximiliano Kolbe, junto con más de 8 millones de fieles, y más de 800 cardenales y obispos, ya solicitaron a la Santa Sede por esta causa, desde que el Cardenal Mercier inició este movimiento en 1915. Nos unimos a ellos ahora, con nuestras humildes voces, en este momento crítico de la historia de la humanidad.
Nuestro Señor le dio a Pedro las llaves del reino. Le pedimos, querido Santo Padre, que las use ahora, en estos tiempos críticos del Coronavirus y sus efectos globales en curso, y con su poderosa palabra, en la plenitud de su cargo como Sucesor de Pedro, corone a la Bienaventurada Virgen María proclamando el gran rol que jugó en el plan Redención de Dios, realizado por Cristo Resucitado a quien celebramos ahora en Pascua. ¡Seguramente, liberará grandes gracias para hoy!
En amor filial, obediencia y solidaridad,
Firme esta carta
Su Santidad, Papa Francisco.
Querido Santo Padre:
Estamos de acuerdo con esta Carta Abierta, y respetuosamente le solicitamos que defina
solemnemente el rol único de Nuestra Señora en la Redención, como la Madre Espiritual de
Todos los Pueblos. Que el Señor lo bendiga, Santo Padre. ¡Estanos rezando por Ud!
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